Por respeto y por la ausencia que dejan

Cuando sucede un feminicidio más, me pregunto: ؟Vas a escribir otra vez sobre el mismo tema? Si, voy a escribir del mismo tema,  porque no hacerlo sería una falta de respeto a todas y cada una de las vícitmas que hemos ido perdiendo en el transcurso del año.  

En  la calle donde murió Johan seguro se acordonó el área, habría  policías, curiosos y la lamentable presencia de los familiares de la víctima.  Anoche todo fue actividad frenética por encontrar las respuestas al segundo feminicidio del mes de abril.  Hoy la calle ha debido amanecer vacía, triste y gran parte de los vecinos sorprendidos por el deselance final que, quizás nadie esperaba.  El individuo compró un arma de manera ilegal y decidió que mataría a la mujer con la cual había convivido por diez años.  Johan Ortíz Simons tenía cicuenta y tres años y llevaba un tiempo separada de su asesino.  Johan no volverá a marcar con sus pasos la Calle  Río Grande de Levittown, donde residía.  Tras los pasos perdidos de Johan también se van los abrazos, las risas, los cuidados que pudiera brindarle a sus hijos, a sus nietos o a sus mayores.  A Johan, sencillamente se le fue la vida.  

Es importante dejar muy claro que tras cada feminicio queda un rastro de dolor que no se borra por varias generaciones y que aún aquellas personas que no conocieron a la víctima, en algún momento sentirán su ausencia y cierta amargura les hará pensar que verdaderamente no hay derecho, que hay cosas que no  deberán pasar, pero pasan y seguirán ocurriendo.  Mientras continuamos buscando la manera y educando a las nuevas generaciones sobre la prevención de la violencia doméstica y de género, hagamos un acto sencillo; nombremos a las siete víctimas de feminicio en lo que va de este año,  al lado de su nombre pongamos su edad y a los hijos que dejan.  No perdamos la costumbre de nombrarlas  para no olvidarlas.

Mis respetos para:

Johan Ortíz Simons de 53 años

Jada Wadman de 22 años

Camill Vilmenay Menéndez que deja un hijo

Lisalee Escalante Espada de 28 años que deja tres hijos.

Mildred Beatriz Colón Bonilla de 50 años que deja dos hijos.

Rebecca Rivera Lópex de 42 años que deja una hija.

Caroline Bau de 34 años que deja siete hijos, la más pequeña de un año.

En abril también, hace un año, murió en Morovis Jackeline Santiago Rodríguez de 39 años y dejó a tres hijos.





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